La oscuridad decidió dejar de llamarse así y se llamó Noche, cuando se relajó vio a su lado una pequeña flor, de color morado, nunca le habían interesado las cosas en el suelo pero esa flor llamó su atención y la miró hasta que una voz chillona lo saco de tu trance:
- Q-quien eres? -preguntó la voz temblorosa.
- Soy la Noche y quien es el ser que me habla. -dijo la Noche con su grave y desagradable voz.
- Soy Flor... me estuviste mirando por un rato... a caso pensaste en arrancarme? -dijo con miedo y con tristeza esa voz.
Entonces la Noche miró a la pequeña flor y notó como ella era la propietaria de la voz, se sorprendió pero no dejó que la pequeña flor morada lo notara.
- No, no me interesan esas cosas como arrancar flores. -dijo Noche intentando mantener la compostura.
- Y porque me miraba señor? -preguntó curiosa la pequeña flor.
- Nunca antes bajé al suelo y quise ver las cosas de este mundo, porque... -la voz de la Noche se trabó por unos segundos- nunca llegué a sentir nada.
- Como es eso? No sintió amor?
- No.
- Tampoco sintió resentimiento?
- No.
- Y que hacia porque seguía adelante?
- Porque tampoco es que quisiera dejar de existir, no sentía ni ganas de vivir ni de morir. -Susurró tristemente la Noche.
-Tiene pensado hacer algo ahora?
- De momento no, por ahora quedarme aquí. -La Noche sonrió por primera vez.
- Esta bien!! -Sonrió la flor.
Pasó el tiempo y la Noche no se iba, pasaba todo el tiempo hablando con la Flor, llegando a enamorarse de esta. Se sentía feliz al lado de la Flor hasta que notó que ella se puso enferma, no comprendió el porque se puso enferma y le preguntó:
- Que te pasa pequeña? -Le pregunto la Noche a la flor, mientras le acariciaba los pétalos.
- Nada... Hace tiempo que no como pero me pondré bien... -Dijo la flor entre lagrimas.
Entonces la Noche lo comprendió, pasó tanto tiempo con ella que no pudo alimentarse de luz y se debilitó, entonces la Noche se levantó de la colina donde se encontraban.
- Me iré.
- P-pero porque? -Dijo la flor sorprendida y con lagrimas en los ojos.
- Por mi culpa no estas comiendo, no te doy tiempo a comer y no quiero que lo único que he llegado a amar muera. -La Noche empezó a llorar porque por fin pudo confesar lo que sentía pero tenia que irse.
- Te amo idiota!! -la Flor gritó enojada mientras lloraba- No decidas por ti mismo abandonarme!
La Noche se sintió feliz y triste, feliz porque sus sentimientos eran correspondidos, y triste porque tenia que rechazar los sentimientos de su amada. Entonces la flor con un tono triste dijo:
- No quiero morir ni alejarme de ti...
- Me iré para que puedas comer y volveré para hablar así durante todos los días.
La flor dejo de llorar y miró a la Noche.
- Pero estarás solo...
- Nunca mas estaré solo, mis sentimientos por ti siempre estarán conmigo. -La Noche se preparaba a irse pero vio el rostro de la Flor y la beso.- Volveré por ti mi flor.
- Y yo esperaré por ti mi noche. -Sonrió sonrojada la flor mientras veía como la Noche se iba y la luz volvía.
Pasaron las horas y la flor se recuperaba por la ausencia de la luz durante tantos días, un poco después de recuperarse, el cielo se volvió a oscurecer y la Noche volvió, ya no era tan oscuro como antes y le preguntó a la flor:
- Estas mejor?
- Sip, gracias lindo. -La flor sonrió al decir estas palabras lo que llenó de felicidad a la Noche.
- Dentro de unas horas me iré y luego volveré por ti, espero que no te moleste~
- No seas tonto, unas horas sin ti a cambió de poder disfrutar con mi noche. -La flor sonrió y besó a la Noche.
Pasaron las horas y la Noche cumplió su promesa, se fue para que su amada pudiera comer y volvió para estar con ella, cada vez la Noche, era menos oscura hasta llegar a tener luz propia, las estrellas y la luna como los llamaron los hombres, era en realidad el amor que sentía por su pequeña flor, por eso las estrellas mas bellas se ven en un campo lleno de flores.
Puede que el amor algunas veces sea doloroso, no poder estar junto a quien amas, sufrir daño al estar al lado de esa persona, pero el amor cura las heridas, puede que sea difícil pero se curan con amor, respeto y sacrificio. Porque el amor es sacrificar tu propia felicidad por el bien de la persona a la que quieres.