Un vasto desierto se hallaba ante ellos, con solamente unas ruinas de lo que parecían ser un antiguo templo budista medio enterrado en la arena, aunque la entrada aún no había sido bloqueada por las dunas.
- Es allí chicas... -Se empezaron a acercar al templo luego de que Dreik indicara que ese era el lugar que buscaban. - Por lo que me han contado, esto antes era un valle lleno de plantas, con cascadas y pequeñas criaturas habitando ese paraíso, seguramente te hubiera gustado esto Ure.
- ¿Y que pasó? ¿Porque todo terminó así?
- Los dioses, por independientes que sean, dependen de otras criaturas para que estabilicen su ego, el dios local de la información, no es una excepción y debido a los cambios culturales, políticos y tecnológicos, tanto el Data como el santuario, se retorcieron, quedando como la sombra de lo que fueron.
- ¿Entonces es de fiar si es tan retorcido? -Pregunto Dare frunciendo el ceño. - Porque no me apetece tratar con otro egolatra...
Dreik suspiro y sonrió por el comentario de Dare, porque aún habiendo sido un insulto hacia el, parecía no guardarle rencor por lo sucedido varios días antes, ese tiempo habían estado centrándose en recuperarse de todas las heridas y no habían hablado mucho de lo sucedido.
- Tranquila, es un excéntrico solitario, pero es un buen tipo, lo conocí hace tiempo, luego de que me contaran como había caído en la ruina decidí venir a ver que tan grave era y me sorprendió ver lo cercano que es...
- Yo no diría tanto como caer en la ruina... -Una voz grave, salía de la entrada de piedra del templo, amplificada como si se tratase del interior de una cueva. - Venga entrad, no voy a salir yo con tanta luz que hay al exterior.
Dreik asintió y se acercó a la entrada y entró sin dudar, a lo que las chicas lo siguieron y luego de casi tropezar con un pequeño montículo de arena, llegaron al interior del templo, decorado con madera oscura y detalles de oro, en frente de ellos se encontraba un joven con una larga cabellera gris y ropas desgastadas.
- Así que ellas son tus familiares... Las había visto, pero nunca con mis ojos. -Sonrió por un momento. - Hola soy Data, bienvenidos a mi morada en un declive constante, aunque parece que pronto empezará a volver a florecer...
- ¿Que te hace creer eso? Llevas desde antes de que te conociera en ese estado auto-destructivo.
- Quizás, pero tu solamente aprendiste a explorar tus habilidades hace 3 años de Genkai, por lo que solamente has visto esta etapa final del proceso y ugh... -Data se detiene en seco y se empieza a apretar el pecho con su mano izquierda. - Otra vez no...
Unas cadenas que brotan de su mano izquierda rodean el torso de Data en un instante, pero no parecen cadenas de ningún material, si no de pura energía, algo que solo debería existir como concepto pero no en ninguna otra forma, siendo percibido así.
- P-parece que me voy a estar retorciendo en mi dolor durante un tiempo mas... -Data sonríe amargamente. - ¿Que necesitáis? Si es sencillo puede que lo podáis tener antes de que nos... me vuelva a dar un ataque de identidad.
Dreik se sentó delante de el con familiaridad.
- Hace unos días cuando fuimos a cazar fuimos superado por una horda de infernales significativamente mayor a las que solemos cazar, mas poderosos y organizados, ¿Sabes algo al respecto?
Data agacho cogió una tablilla de piedra que había a su lado y empezó a interactuar con ella, hasta que se empezaron a dibujar símbolos con una tonalidad azul.
- Es curioso que me lo preguntes, hace un mes me vino a visitar una Spiritae Yokai, preguntándome por lo mismo en otras regiones, empecé a hacer unas búsquedas y resulta ser un suceso general, que sucede en varios puntos geográficos produciendo inestabilidad en los humanos sensibles.
- No parece muy natural desde mi punto de vista, aunque creo que eso es lo que quieres decirme ahora...
Data asintió y le mostró los gráficos de su tablilla a Dreik, Dare y Ure, en el cual podían ver como los lugares donde aparecían las hordas gigantes de infernales, así como los periodos, se distribuían siguiendo un patrón, centrándose en áreas de alta densidad de habitantes en el equivalente geográfico en el Genkai.
- Son creados artificialmente, bombeando gran cantidad de poder alrededor de un área, haciendo que la energía no sea lo suficientemente densa para hacer que nazcan Servants, y en su lugar nacen infernales mas poderosos que los generados naturalmente. -Data miró a Dare directamente. - Es extraño pero no puedo identificar vuestro nivel, en especial el tuyo, solo se que no sois unas infernales por vuestro aspecto... Así que quizás podáis ayudarme a descubrir lo que sucede, si lo hacéis os daré un regalo.
Dreik se interpuso entre Data y Dare, dado que Data se había acercado mucho y parecía que Dare se estaba preparando para golpearle.
- Explícate un poco y deja de poner un ambiente incomodo... Por favor... -Dreik suplicó para evitar que hubiera un conflicto entre ellos, esto hizo que Data se calmara y se volviera a sentar donde estaba.
- Lo siento, me emocione un poco, no suelo tener muchas visitas...
- No me extraña. -Replicó Dare entre murmullos, aunque todos fingieron no oírla y Data prosiguió.
- Creo que ellas pueden infiltrarse en el plano Infernus, el núcleo del infierno para dejarlo claro, y encontrar quienes son los responsables de esto, yo no puedo hacerlo dado que mi dominio es el de la información humana, y mas recientemente la informática. -Data titubeo durante unos segundos y luego volvió a mirar a Dare y luego a Ure a los ojos. - Por supuesto no os estoy pidiendo que lo detengáis, solo que obtengáis la información y luego planearemos como ocuparnos del problema.
Ure miró a Dreik, pensando en los problemas que habían tenido unos días atrás, sabiendo por una parte que no podían ignorar el problema, pero por otra parte no podrían ir a Infernus con Dreik, dada su naturaleza destructiva y no quería dejarlo solo, no ahora que por fin se habían acercado, cuando iba a negarse, Dreik se adelantó y se levantó.
- Necesitan pensarlo mas, ha sido muy repentino todo esto... Espero que no te moleste y estés dispuesto a ayudarme con lo que te pedí.
Data sonrió y asintió, antes de lanzarle un pequeño amuleto a Dreik, el cual cogió sin mayores problemas.
- Aún no esta listo lo que pediste tras las reformas recientes, me es más difícil obtener cosas sin que los humanos encargados se percaten de las perturbaciones que causo. Pero venid a verme cuando decidáis si ir o no a investigar.
- Esta bien, amigo.
La bestia y las princesas gemelas se marcharon en silencio del templo del dios caído, nadie quería romper el silencio debido a lo sucedido en esas ruinas, aunque todos sabían que debían de hablarlo.
Dreik se sentó delante de el con familiaridad.
- Hace unos días cuando fuimos a cazar fuimos superado por una horda de infernales significativamente mayor a las que solemos cazar, mas poderosos y organizados, ¿Sabes algo al respecto?
Data agacho cogió una tablilla de piedra que había a su lado y empezó a interactuar con ella, hasta que se empezaron a dibujar símbolos con una tonalidad azul.
- Es curioso que me lo preguntes, hace un mes me vino a visitar una Spiritae Yokai, preguntándome por lo mismo en otras regiones, empecé a hacer unas búsquedas y resulta ser un suceso general, que sucede en varios puntos geográficos produciendo inestabilidad en los humanos sensibles.
- No parece muy natural desde mi punto de vista, aunque creo que eso es lo que quieres decirme ahora...
Data asintió y le mostró los gráficos de su tablilla a Dreik, Dare y Ure, en el cual podían ver como los lugares donde aparecían las hordas gigantes de infernales, así como los periodos, se distribuían siguiendo un patrón, centrándose en áreas de alta densidad de habitantes en el equivalente geográfico en el Genkai.
- Son creados artificialmente, bombeando gran cantidad de poder alrededor de un área, haciendo que la energía no sea lo suficientemente densa para hacer que nazcan Servants, y en su lugar nacen infernales mas poderosos que los generados naturalmente. -Data miró a Dare directamente. - Es extraño pero no puedo identificar vuestro nivel, en especial el tuyo, solo se que no sois unas infernales por vuestro aspecto... Así que quizás podáis ayudarme a descubrir lo que sucede, si lo hacéis os daré un regalo.
Dreik se interpuso entre Data y Dare, dado que Data se había acercado mucho y parecía que Dare se estaba preparando para golpearle.
- Explícate un poco y deja de poner un ambiente incomodo... Por favor... -Dreik suplicó para evitar que hubiera un conflicto entre ellos, esto hizo que Data se calmara y se volviera a sentar donde estaba.
- Lo siento, me emocione un poco, no suelo tener muchas visitas...
- No me extraña. -Replicó Dare entre murmullos, aunque todos fingieron no oírla y Data prosiguió.
- Creo que ellas pueden infiltrarse en el plano Infernus, el núcleo del infierno para dejarlo claro, y encontrar quienes son los responsables de esto, yo no puedo hacerlo dado que mi dominio es el de la información humana, y mas recientemente la informática. -Data titubeo durante unos segundos y luego volvió a mirar a Dare y luego a Ure a los ojos. - Por supuesto no os estoy pidiendo que lo detengáis, solo que obtengáis la información y luego planearemos como ocuparnos del problema.
Ure miró a Dreik, pensando en los problemas que habían tenido unos días atrás, sabiendo por una parte que no podían ignorar el problema, pero por otra parte no podrían ir a Infernus con Dreik, dada su naturaleza destructiva y no quería dejarlo solo, no ahora que por fin se habían acercado, cuando iba a negarse, Dreik se adelantó y se levantó.
- Necesitan pensarlo mas, ha sido muy repentino todo esto... Espero que no te moleste y estés dispuesto a ayudarme con lo que te pedí.
Data sonrió y asintió, antes de lanzarle un pequeño amuleto a Dreik, el cual cogió sin mayores problemas.
- Aún no esta listo lo que pediste tras las reformas recientes, me es más difícil obtener cosas sin que los humanos encargados se percaten de las perturbaciones que causo. Pero venid a verme cuando decidáis si ir o no a investigar.
- Esta bien, amigo.
La bestia y las princesas gemelas se marcharon en silencio del templo del dios caído, nadie quería romper el silencio debido a lo sucedido en esas ruinas, aunque todos sabían que debían de hablarlo.