El silencio ensordecía el oído de los presentes en aquel pequeño cuarto, la bestia sentada en el suelo, Ure echada encima de la cama y Dare sentada encima del escritorio, los tres camaradas estaban pensando en lo que debían de hacer y lo que querían hacer, cada uno afrontando sus propios demonios por el bien del resto.
- Lo siento chicas, no quería meteros en problemas y ahora puede que os encontréis en uno mas grande de lo que hubierais estado, solo por mi incapacidad al pelear... -Dreik rompió el silencio en un tono sosegado y verdaderamente arrepentido.
Ure se incorporó sobre la cama y acarició la cabeza de Dreik, como para trasmitirle tranquilidad.
- No ocurre nada maestro, seguimos vivas gracias a que peleamos juntos y entrenamos casi todos los días juntos, no hay nada que lamentar. -Ure sonrió al recordar los atardeceres que pasaron entrenando hasta quedar exhaustos, pero recordó la sensación de cuando fue atravesada por un el puño de aquel infernal y su mueca pasó a ser de asco, aunque lo intentó ocultar.
- No me fío de ese rarito, parecía demasiado nervioso y que nos pidiera eso fue demasiada casualidad.
- Se que es raro, pero, ¿Que mas se puede esperar de una divinidad menor arquetipica? No creo que tenga un plan maligno, si no que simplemente quiere obtener información para saciar su sed de conocimiento y os vio como una oportunidad para obtener más información del estado actual de Infernus.
Dare apartó la mirada, confiaba en la opinión que había compartido Dreik, pero seguía sintiendo algo de repulsión por la actitud tan confiada que les había mostrado antes. Ure se levantó de la cama y miró a Dare con una sonrisa que le heló la sangre.
- ¿Puedes dejarnos solos un momento? No será nada y te prometo luego darte la mitad de mi postre. -Ure sonrió aún mas, pero lo que preocupó a Dreik no fue eso, si no la cara de terror que Dare puso al verla.
- S-Si hermanita, v-voy a afilar las dagas, volveré... Volveré a la hora de cenar... -Dare se desvaneció tan pronto como pudo dibujar los círculos mágicos para descender a niveles inferiores.
Ure se agacho frente a Dreik cual niña mimando a un cachorro abandonado, se quedó mirándolo y solo sonrió.
- ¿Siente culpa aún por lo que pasó?
Dreik se quedó sorprendido mirando los ojos de esmeralda de Urenai, pensando en que responderle ya que no sabía que intenciones ocultaba ella detrás de sus palabras, pero al pensar en todo lo que sucedió entre ellos recientemente la respuesta le vino a su mente.
- No, ya no... -Dreik sonrió y le acarició el rostro, Ure se sorprendió sonrojandose, y Dreik al notar esto sonrió ya que aunque Ure sea muy lanzada, en el momento de recibir afecto o ser alabada se vuelve muy tímida.- Porque entonces me pediste algo que de otra forma no me hubieses pedido, y si no lo hubieras pedido nunca te hubiera besado.
Ure se sonrojo aún mas al recordar ese momento en el que suplicó por un beso en lugar de pensar en ser curada de una herida mortal, al punto de taparse el rostro de vergüenza, esto hizo sonreir más a Dreik, ya que le parecía demasiado linda verla así.
- ¿Que tal... le pareció? -Ure susurró pero como Dreik estaba muy cerca la entendió a la perfección.
- No tengo con que compararlo... Fue mi primer beso. -Dreik sonrió a la sorprendida Ure que había destapado su rostro para mirarlo.- Solo se que fue genial, ese torrente de emociones y la textura de tus tiernos labios, los recordaré siempre.
Ure se quedó parada intentando entender todo lo que había oído, para procesarlo de la mejor manera posible, aunque no funcionó del todo, ya que no articulaba de forma completa las frases.
- P-primer b-beso... yo... -Miró a Dreik- tiernos... genial... labios...
Dreik se empezó a preocupar al ver el estado mental en el que había puesto a su compañera con sus palabras y recordandole lo sucedido, sintiéndose mal por haber disfrutado el arrinconarla con sus dulces palabras.
- Cálmate, por favor. -Dreik la miró y aunque le hubiera gustado tocarla para forzarla a mirarle al rostro, en ese estado seguramente hubiera tenido un efecto contraproducente.- Si quieres podemos no volver a hablar de ello, o todo lo contrario, podemos repetirlo sin la necesidad de estar en una situación limite, pero por favor, vuelve a tus sentidos...
Ella parecía igual de ida hasta que oyó el "podemos repetirlo", donde paró de gesticular, quedándose en silencio cual ordenador reiniciándose, hasta que algunos segundos después grito a todo pulmón.
- ¡SI QUIERO! -El color de su iris normalmente verde, se oscureció para luego aclararse pero con un tono rosado, mientras que sus pupilas se volvían más anchas en la parte, hasta volverse corazones.- Quiero repetirlo, ahora. -Ure se abalanzó sobre Dreik y este al no esperarlo y encontrarse separado de su cuerpo, cayó hacia atrás dejando a Ure arriba.
Mientras estaba en esa posición, Dreik podía observar que esta dejaba salir las alas de su espalda que normalmente ocultaba ya que le molestaban por el diseño de su ropa, al igual que la cola, el único rasgo físico que aún no había mostrado de su forma completa, eran sus cuernos. Dreik estaba desconcertado y no sabia como reaccionar, esto era lo que Ure desea y quiere que la acepte con su verdadero YO, o por el contrario su razón a perdido contra sus instintos?, estas preguntas pasaron por la mente de Dreik, pero lo único que sabía es que iba a hacer todo lo posible por cuidar de Ure, aunque le terminará doliendo a el mismo.