Vampire Kaos #1 Parte 6


Los ojos deslumbrantes de la joven, hacían contraste con su apariencia infernal al haberse liberado de las cadenas que retenían a su naturaleza y sus instintos; arrinconando a una bestia que de encontrarse en otra situación ya la habría devorado.

- ¿Ure... Que haces? -Dreik hizo la pregunta de forma retorica, pero también porque no sabía hasta que punto había perdido a su joven amiga.

Ure sonrió mientras empezaba a abrir su boca.

- ¡LO QUE QUIERO!

Ure acercó su boca totalmente abierta a la de Dreik, que la tenía abierta de asombro y metió su lengua con rapidez. Dreik encontró la sensación extraña, no era como la primera vez, en la que sus labios se juntaron con delicadeza, esta vez su lengua enroscaba la de el como si fuera una pitón, no sentía las emociones y el cariño de aquella vez, solamente el éxtasis.

La consciencia de Dreik se empezó a disolver en las endorfinas del momento, sin notarlo sus ojos tomaron un tono amarillento brillante, mientras sus cabellos se volvieron mas finos y largos, aclarándose aún mas, volviéndose una melena de seda.

Eso había dejado de ser un beso entre amantes para ser un intercambio de emociones entre dos bestias desenfrenadas dejando salir sus instintos de depredación más bajos, intentando devorarse uno al otro, ella alimentándose del deseo de el y el drenando la vitalidad de ella, consiguiendo que los dos se vieran más envueltos en ese ciclo, liberando aún más sus formas reprimidas, Ure expandiendo sus alas hasta desgarrar la parte trasera de su blusa, mientras que a Dreik le crecieron los colmillos hasta el punto de que le sobresalieran del labio inferior si cerrará la boca, cosa que no iba a hacer mientras devoraba a su presa.

* * * * *

Luego de unos minutos, llegaron al punto de empezar a comer la esencia del otro, empezando a mezclarse y no saber donde terminaba Ure y donde empezaba Dreik, volviéndose en concepto y en alma prácticamente uno.

Los recuerdos empezaron a fluir por sus mentes adormecidas y fueron ignorados, hasta que llegaron a un recuerdo conjunto, el mas antiguo de ellos, el día que se conocieron, cuando una pequeña Urenai ofrecía una flor azul al inexperto y herido en el suelo Dreik, mientras una aún mas pequeña Dareinei, se escondía tras sus faldas.

Recordar ese tierno momento los hizo despertar y hizo que los dos se alejaran de forma violenta, empujándose mutuamente, para comprobar como se encontraba su pareja y ellos mismos, sorprendiéndose de haber llegado tan lejos, Ure pudo notar que uno de los ojos de Dreik ya se había vuelto totalmente rojo, abandonando el amarillo normal en su forma vampírica.

- ¿Esta bien? -Ure se encontraba preocupada y avergonzada por lo que acababa de suceder, pero nunca había visto a Dreik en un estado tan desatado.

- S-Si... eso creo, pero y tu, ¿Estas bien? -Dreik extendió sus mano hacia Ure y se dio cuenta de el estado en el que estaba en ese momento.- Oh no, que he hecho...

- Tranquilícese, estoy bien, fue mi culpa por empezar, me deje llevar... -Ure agacho la cabeza al sentirse culpable de lo sucedido.- Le prometo que no volverá a pasar.

Dreik se dio cuenta de cuanto de culpable se sentía Ure en ese momento, así que aunque le costará reduciría la carga emocional que Ure tenía.

- Tranquila pequeña -se acercó a ella aunque Ure hizo un amago de alejarse, puso una mano sobre su hombro y la miró a los ojos mientras le ofrecía una sonrisa.- Estamos juntos y no ha pasado nada malo, con tomar algo para recuperarnos del cansancio y una buena siesta estaremos bien.

Ure parecía algo aliviada de esas palabras, antes sentía un dolor en el pecho, como si una mano apretara su corazón, haciendo que notara cada pulsación y le costara hablar, pero ahora se había calmado, volviendo esa presión en el pecho mas soportable a la vez que las lagrimas empezaron a inundar sus ojos y escurrirse por sus rosadas mejillas.

- ¡Gracias! -Ure le beso la mejilla y este se sonrojó pese poder recordar lo que había sucedido  minutos atrás.

Los dos se pusieron tímidos al no saber que hacer, así que Ure intentó romper un poco el hielo.

- El cabello blanco y largo le queda bien, aunque le haga ver algo angelical. -Ure acarició el cabello notando lo suave que era ahora su blanca melena.

- Gracias, aunque no me compares con un ángel, ya sabes que me gustan mas los demonios, sus bellas alas membranosas, sus encantadores ojos y sus lindos cuernitos. -Dreik sonríe mientras acaricia una de las pequeñas protuberancias en la frente de ella, que no llegaban a sobresalir de su piel, Ure se sonrojó ligeramente, no pudiendo evitar mover su cola y aleteando un par de veces sus alas

- ¿Que quiere hacer ahora? -Ure miró al reloj que había sobre la mesilla.- Creo que Dare tardará aún varias horas en volver, creo que la amenacé demasiado. -Haciéndose la inocente pese haber admitido haber amenazado a su hermana.

- Deberíamos arreglarnos, porque si tu hermana nos ve así... Bueno, pensará algo similar a lo ocurrido, pero el que terminará golpeado seré yo. -Dreik se levantó de la cama con cuidado y buscó en uno de los cajones, sacando un pequeño frasco de vidrio con un liquido rosa fluorescente y se lo dio a Ure.- Toma un poco de extracto de ego, para recuperarte del todo.

Dreik siguió buscando en otro cajón, mientras Ure se lo bebía, y luego de buscar en distintos cajones sacó una especie de pústula goteante gris, la cual apretó mientras esta se ennegrecía al mismo ritmo que Dreik recuperaba su aspecto normal.

- ¿Eso es carne de Infernal? Pensaba que su vampirismo no funcionaba con carne muerta.

- No es carne muerta, es un quiste de Infernal, lo que sería un tumor en un animal, se mantiene vivo y creciendo mientras tenga materia prima, así que tengo uno en casa para situaciones como esta. -Dreik sonrió y miró a Ure, los dos ya estaban volviendo a su apariencia normal, desapareciendole a ella sus pequeños cuernos, mientras que a el sus colmillos volvían a su tamaño normal y sus ojos transicionaban a amarillo y lentamente a su azul apagado normal.

Ure se termina de acostar sobre la cama exhalando, claramente mostrando el cansancio tanto mental como físico que tenía en ese momento, acomodándose acurrucada al lado del cuerpo vacío de Dreik y este sonrió al ver la escena tan adorable.

- Venga a descansar. -Ure extendió su mano invitando a Dreik a descansar también y así lo hizo, reposando en su propio cuerpo, para no crear un momento demasiado incomodo al haber 2 Dreiks en una sola cama.

- Dulces sueños pequeña. -Dreik sonríe antes de besar la frente de Ure y cerrar los ojos.


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