Las gemelas bajaron las escaleras con una diferencia de varios minutos, la aberración se encontraba cocinando por lo que no se dio cuenta de esto y cuando miró al salón Dare ya estaba sentada, en el sillón más alejado a Ure pero tampoco era tan raro verlas así, aunque normalmente era a causa del carácter de Dare.
Dreik terminó de preparar su cena, una ración de filete bien cocinada con una ensalada de acompañamiento, llevó su plato a la mesa y empezó a comer, ante la mirada de Ure, quien había girado la cabeza al oirlo moverse.
- ¿No tiene demasiada carne y poca verdura?
- Te diría que si, pero ya sabes, los médicos me insisten en que coma mucha carne, porque por algún motivo solo digiero y absorbo el hierro proveniente de carne animal... Supongo que será otro de los efectos negativos del vampirismo... -Empezó a cortarse la carne mientras se quejaba de su pobre estado de salud.
- Tiene razón, tiene que cuidarse. -Ure le mostró una sonrisa radiante- Al menos hasta que yo pueda cuidarle.
Dreik se atragantó y empezó a toser por el impacto de las palabras de Ure, se ahogaba, empezó a notar la falta de aire y el trozo de carne encallado en su garganta, Dare y Ure se preocuparon al ver como se ponía morado, Dare fue la primera en llegar a su lado.
- ¡Venga termina de sacarlo! -Intuitivamente intentó golpearle la espalda, pero al tratarse del cuerpo físico de Dreik este no reaccionó. Dare se preocupó mas ya que acababa de comprender que si Dreik se desmayaba o peor, ellas no podrían hacer nada mas que quedarse mirándolo.
Las dos lo miran preocupadas y Ure en señal de apoyo, coloco su mano sobre el hombro de Dreik, este a los pocos segundos logra toser el trozo de carne y las mira, aún encontrándose mareado.
- Tranquilas... Estoy bien, siento haberos preocupado... -Apartó el plato y apoyó la cabeza en la mesa para recuperarse.
Luego de pasar un rato, Dreik terminó de comerse el plato, Dare estuvo conteniendo a Urenai para que no lo pusiera nervioso como antes, Dreik pensó que estaba siendo mas considerada de lo habitual al preocuparse por el en lugar de mostrarse agresiva con cualquier mínima acción.
Dreik se sentó en el sofa para continuar viendo el programa que estaban viendo antes, aunque no era de su gusto, no iba a ser tan maleducado como para cambiarlo ya que notaba como ellas estaban tan centradas mirándolo. Se trataba de una especie de documental mezclado con un concurso de preguntas sobre insectos, y era demasiado explicito en cuanto a las escenas mostradas.
Pasadas un par de horas Dreik se fue a dormir, preguntandoles si quería que cambiara de cadena o algo, y que estuvieran tranquilas, podían estar toda la noche frente al televisor, así que no lo despertaran para apagar el televisor, Ure lo miró e iba a responder algo, pero la fría y amenazante mirada de Dare, hizo que se callara, solo dándole las buenas noches a este.
Ure se había aburrido ya a las 3 de la mañana y se encontraba bastante despierta, gracias al tónico que había bebido unas horas atrás y haber dormido, al ver que Dare ya se había dormido en el sillón, acostada como si fuera un gato, tuvo una idea, se levantó haciendo el menor ruido posible y subió por las escaleras, dejando sola a su hermana con el televisor aún encendido.
Al abrir las puertas y adaptar su visión a la oscuridad pudo ver a Dreik acostado en la cama, antes no lo había podido ver bien, al encontrarse a su lado, pero se fijo que tenía los brazos juntos, como si intentara abrazar a alguien en sus sueños. Esto despertó en Ure sentimientos contradictorios, por una parte le parecía lindo aunque le despertaba un poco de preocupación saber que estaría abrazando y celos por no ser abrazada, una idea estúpida pasó por su mente, colarse entre sus brazos mientras dormía, aunque rápidamente desecho esa idea porque no quería despertarlo sin querer y aún si lo hiciera su cuerpo no podía interaccionar con el de el, esto la deprimió.
¿Como podría cuidar de el, si ni siquiera puede cogerle de la mano en su día a día, ayudarle con las pajaritas o algo tan simple como prepararle un desayuno? Algo que el había hecho por ella muchas veces. Su resolución decayó hasta recordar algo de su pasado, un cuento de la mujer a la que muchas veces había olvidado, aquella de la que no recordaba su nombre pero si la calidez de sus abrazos, su madre.
Ure empezó a recordar cada palabra de una historia de una miembro de su clan, que ungida por la obsesión, dolor y ambición, bañada en sangre y la oscuridad de una noche de luna nueva, trascendió los limites de lo que un demonio podía lograr, creando un cuerpo físico para vivir entre los humanos sin necesidad de reencarnarse. La historia no tenia muchos detalles del proceso ni del resultado final, ya que la finalidad del cuento era trasmitirle la enseñanza de que nunca se rindiera.
Si lograba recrear eso, podría vivir una vida humana junto a Dreik y una eternidad luego de que el se convirtiera completamente en un espectro; y para lograrlo debía de averiguar sobre el ritual, pero no quería que Dreik lo supiera, ya que sería revelarle algo que podía hacer que la odiara, su origen antes de ser rescatada por el.
Se acostó a su lado, sin tocarlo y decidió que la mañana siguiente le diría que quería ir a Infernus para investigar lo que Data les pidió, así podría visitar su hogar e intentar averiguar como encarnarse como humana. Cerró los ojos con una sonrisa pensando en como podría ser su futuro, intentando alejar los malos pensamientos que le habían surgido al recordar a su madre, y la funesta despedida que tuvo con ella.